miércoles, 4 de junio de 2008

No debrayo, lo juro.

SEXO

Les apuesto que en cuanto sus ojos pasaron sobra la imagen de la palabra, no pudieron evitar retener su vista ahí. Sí, el sexo vende, el sexo es atractivo, el sexo es bueno pero también enajena, el sexo mueve al mundo. Todo se ha dicho acerca del sexo y me da mucha flojera repetir todo aquello que se habla en las revistas y periódicos.

El tema de hoy (y lo escogió el profe, no yo) es el sexo. Pero no hablaremos de posiciones, no hablaremos de las bondades para la salud que ofrece el sexo, no hablaremos de tabús, no hablaremos de cómo vende, no hablaremos de degeneraciones ni filias, y definitivamente no hablaré nada que tenga que ver con reproducción.

Hablaré nada más y nada menos que de los órganos genitales y la importancia de los mismos en la cultura. (Nota para el profe: tarde o temprano me tenía que salir con la mía).

Bueno, pues el tema que les presentaré surgió precisamente durante la clase para la que hago este blog, en la cual alguien comentó de que era una injusticia que culturalmente era difícil para la mujer desarrollar libremente y darle rienda suelta a su sexualidad y para el hombre no. En pocas palabras, que –según nuestra cultura e idiosincrasia-  una mujer que se acuesta con muchos es puta y el hombre que se acuesta con muchas es chingón. Yo comenté que eso se debía a la veneración que existía en las culturas hacia el falo y me vieron como si hubiera dicho una mentirota y no me dejaron hablar. Ahora provecho. Quiero aclarar que con esto que expondré a continuación, no significa que soy como ciertos individuos que ven una columna y ya piensan que es una figura fálica. No, yo no veo penes y vaginas en todos lados.

Pero lo que sí es cierto es que a lo largo del tiempo el hombre le ha dado una veneración inconsciente al falo (léase pene). El hombre (como género, no como especie), siempre ha tenido prioridades en todo sobre la mujer. Se pensará que es por ser más fuerte corporalmente, por ser el protector, el proveedor. Pero no. Es simplemente porque tiene falo. Y esto se explica sencillísimo:

En el caso de nuestro cuerpo es mejor meter a que nos metan. Hablando fuera del ámbito sexual: es bien incómodo que nos metan el dedo en la oreja, o una sonda por la garganta. Nos sentimos invadidos, hay algo DENTRO de nuestro cuerpo. En cambio, para el que mete el objeto no hay gran cambio (salvo placer en algunos caso bien enfermos). Me dirán las mujeres “ay pero es bien rico que te metan la ñonga”. Ok, no lo dudo (siempre y cuando estén en condiciones). Pero de cualquier forma, culturalmente, es inaceptable. Frases como “yo con esa no me caso, ya me la estropearon” nos dan la pauta del por qué. Han sido invadidas en su cuerpo (aunque ellas lo hayan deseado, desde fuera así lo vemos). Yo como hombre puedo meter. Pero que nadie le meta nada a mi novia, hermanas, madre, etc. A veces me pongo a pensar "¿Será porque después de una relación sexual el pene se limpia y ya queda como si nada, y la vagina de la mujer no solo no se limpia, sino que se va aflojando?” (Y aquí si discúlpenme de verdad si sonó macho, pero todos sabemos que los músculos vaginales se van ensanchando con el tiempo.). Sigo sin saber la respuesta, pero lo que me queda clarísimo es el poder que tiene el hombre por el simple hecho de poseer un pene.

Otro ejemplo clarísimo es el del verbo chingar. Chingar viene precisamente de haber tenido relaciones con alguien, pero solo el hombre. En el caso de la mujer, (o de homosexual pasivo) es la chingada. “Ya me chingué a esa vieja”. “Chinga a tu madre”. Con esas frases nos percatamos de como el verbo chingar (sinónimo de estropear o molestar) fue usado inicialmente con una connotación sexual de “pene adentro”.

¿Quieren más ejemplos? Con uno les tengo para que quede clarísimo. ¿A qué le tienen más miedo, a un burro calenturiento o a una burra en celo? ¿Por qué? ¿Ya respondieron? Entonces creo que futuras explicaciones quedan de más. Gracias.

Bien, ahora comprendido el papel del pene en la otorgación de poder hacia el hombre, podemos darnos cuenta de que por lo mismo se le venera. Siempre veneraremos a lo que tiene poder, a lo que tememos.

¿Y saben qué? Aún hay más. A mi como hombre no me pueden obligar a tener rleaciones sexuales con una mujer. Si no alcanzo la erección, simplemente no se puede y hazle como quieras. En el caso de una mujer, aunque no esté excitada, la penetración se puede llevar a cabo. Ahí hay otra razón por la que el pene tiene poder. Yo puedo aunque tú no puedas. Tú no podrás si yo no quiero.

Y además de estas horrendas realidades hay una más que se presenta en el cuadro de poder. La fertilización. El hombre puede tener relaciones sexuales sin consecuencia en su cuerpo. La amolada es la mujer porque es la que queda embarazada. O sea, encima de ser invasor, de poder lograr algo sin el consentimiento obligatorio de la pareja, el pene además de todo deja regalito.

No me digan entonces que no tiene poder sobre la vagina. La posesión del pene le da al hombre un poder sobre la mujer.

Y volviendo al tema principal, desgraciadamente le da un poder en la sociedad.

 

Ahora, dejemos de adorar al pene, no solo porque está bien feo (la neta) sino porque es una simple diferencia fisiológica. Nadie de nosotros escogió como sería nuestro cuerpo, y menos como especie. Yo no escogí tener sólo dos manos, o tantos cabellos. Yo no escogí tener un pene, así como tú si eres mujer no escogiste tener una vagina.

Dejemos de darle poder al hombre, tanto hombres y mujeres. Debemos buscar una igualdad en todos los aspectos.

Así que si conocen a una mujer que disfruta tener sexo, dejemos de tacharla de puta. De cualquier forma, a todos nos gusta el sexo. Ella es normal.
Y también dejemos de festejar que un hombre se acueste con muchas chicas. Simplemente tuvo suerte de que más de una lo pelara jajaja.

Bueno… pues aquí la explicación que no me dejaron dar en clase.

3 comentarios:

Fire_tony dijo...

Nel, orinar parado es la mamada y nada de lo que escribas cambiará mi parecer. Yo creo que es la habilidad más grande, la de orinar parado... Hell Yeah!

Unknown dijo...

Qué feo que te repriman en clase... Quizá pa' eso te mandaron a hacer un blog!

Estoy deacuerdo en algunas cosas que planteas, pero por otra parte, la mujer tiene el PODER de dar otro tipo de cosas (vida, por ejemplo) de sangrar sin morir, de blahblah...

Sí, estas ondas sociológicas dan mucho de que hablar. Yo podría empezar a debrayar muy cabrón, pero no.

Tengo harrrrrrta tarea.

Anónimo dijo...

que te puedo decir a las cosas por su nombre y pues tu lo expusiste muy claro y más no se puede... y pues los hombre tendran su cosa esa que les cuelga pero el poder de los multiorgaasmos nadie nos lo quita!